Bienvenid@ al blog de Voces Feroces

En esta sección encontrarás curiosidades, consejos, herramientas y ejercicios sencillos para mantener una voz sana. Hablaremos de salud vocal y nos marcaremos el objetivo de ofrecerte todo tipo de recursos para evitar que te quedes sin voz. 

Hoy hablaremos sobre los “7 consejos para mantener tu voz hidratada”.

El agua nos da la vida. Es el principal componente de nuestro cuerpo y, dependiendo de la edad y del sexo, llega a representar del 50% al 70% de nuestro peso corporal.

El agua nos ayuda a mantenernos sanos, evita enfermedades y nos permite realizar la gran mayoría de funciones vitales. Entre ellas, la emisión de la voz a través del aparato fonador. 

¿Qué es el aparato fonador?

El aparato fonador es el conjunto de órganos que convierten el aire en sonido y están ubicados en la zona de la laringe, donde también se encuentran los famosas cuerdas vocales. Estas estructuras necesitan una lubricación del 100% para conseguir movimientos amplios y elásticos que potencien la emisión de la voz y amortiguan los golpes vocales que producimos cuando hablamos de forma continuada y, sobre todo, en público y/o con ruido ambiente. 

¿Por qué hidratarnos mientras hablamos?

Para un buen funcionamiento del aparato fonador, es indispensable que las estructuras estén lubricadas. De lo contrario, tenderemos a esforzarnos y tensionamos al máximo nuestras cuerdas vocales para poder seguir con nuestro discurso, incluso cuando ya no aguantamos más. Esto puede provocar molestias tales como carraspera, sensación de cuerpo extraño o nudo en la garganta, fatiga sequedad, aspereza… Y cuanto más largo sea ese discurso más intensas serán estas sensaciones. 

Esto puede llegar a comprometer la calidad del mensaje que deseamos transmitir. Tus interlocutores pueden apreciar cómo la calidad de tu voz se vuelve más opaca y acabarán prestando más atención a tus circunstancias vocales que a lo que realmente pretendes comunicar. 

Además, tras este esfuerzo, probablemente sentirás cansancio, tensión acumulada en tu cuello y hombros y ninguna gana de seguir hablando. Llegarás a casa como si hubieras corrido una maratón.

Es normal que el paso del aire seque las garganta. Por eso, debemos mantener la hidratación de las estructuras vocales de manera constante mientras hablamos. Bebiendo agua podemos hacer frente a sensaciones tan molestas como el carraspeo o la necesidad de tragar saliva en varias ocasiones para poder seguir hablando. 

¿Cómo combatir estas sensaciones?

Si vas a utilizar la voz de manera profesional durante un tiempo largo, sigue estos 7 consejos para mantener tu voz bien hidratada y disminuir la aparición de estos síntomas tan molestos. 

  1.  Intenta beber 1 litro de agua una hora antes. No de golpe, por supuesto.
  2. No esperes a tener sed. Bebe de manera continuada mientras hablas.
  3. Hazlo a pequeños tragos, saboreando el agua.
  4. Antes de hablar, no ingieras alimentos que resequen o que propicien la acidez o reflujo; café (menos aún si es de máquina), bollería, guisados, etc. Por lo contrario, toma alimentos que aporten agua al cuerpo, como las frutas y verduras.
  5. No bebas agua fría durante tu discurso (no compres la botella de la máquina expendedora).
  6. Tiene que ser agua; ni infusiones, ni tés, ni bebidas similares.

No esperes a tener sed. Bebe agua, a pequeños tragos, de manera constante, y alimentos que contengan mucho agua antes de realizar cualquier trabajo vocal. 

Además, beber agua te ayudará a generar más saliva, evitando esa sensación de “boca seca”. Te permitirá realizar movimientos articulatorios amplios y precisos, que asegurarán la claridad del mensaje. Conseguirás mejorar la resonancia haciendo que tu voz reverbere por toda la sala. 

Sigue estas sencillas instrucciones y notarás la diferencia. 

Tu voz es aquello que da sentido a todo lo que deseas transmitir. No dejes que tu voz se oxide. 

Gracias por leernos, 

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